Se cree que el tarot egipcio es la base esotérica de cualquier tarot posterior y se precia de ser la técnica adivinatoria más antigua que existe.
La primera referencia histórica que existe de él data de alrededor del 2600 antes de Cristo, cuando se encontraron en la Gran Pirámide de Giza 108 láminas papíricas de oro puro de las cuales parte este mazo de tarot.
De estas 108 tablillas solo sobrevivieron 78, que se reparten en 22 arcanos mayores y 56 menores, dando número a la mayoría de barajas que existen.

La baraja egipcia es considerada como una de las barajas sagradas y la clave de todas las potencias y dogmas desde el punto de vista del esoterismo y también se tiene como la más precisa.
Su estudio comprende el conocimiento de los colores, símbolos y los rasgos de cada carta por lo que cualquier profesional necesita una guía muy extensa para entenderlas todas y poder interpretarlas.
Su conocimiento implica saber de astrología, de cábala hebrea, de simbología esotérica y de numerología.
Están representadas por imágenes del antiguo Egipto, fácilmente reconocibles por quien tenga un conocimiento básico acerca de dicha civilización.