De origen árabe, la baraja española siempre ha estado en contacto con la sabiduría popular y cuenta con el simbolismo necesario para trabajar el arte adivinatorio.
Contiene 48 naipes, todas ellas arcanos menores, cada una con un significado muy concreto.
En ella existen cuatro palos distintos:
Los Oros tratan temas económicos y posesiones materiales. Deudas, herencias, gastos, inversiones, etc. Están relacionados con los signos de tierra, Tauro, Virgo y Capricornio.
Las Copas se relacionan con signos de agua como Cancer, Piscis y Escorpio. Suelen referirse a temas amorosos, sentimientos y vida en pareja. Nos hablan de amantes, de hijos y de familia.

Las Espadas son de un carácter algo negativo y suelen relacionarse con disgustos, accidentes y enfermedades. Nos hablan de salud, física y mental. Sus signos son los de aire: Géminis, Libra y Acuario.
Los Bastos tratan de temas laborales. Movimiento, energía y acción. También los viajes son representados por este palo. Están relacionados con los signos de fuego: Sagitario, Leo y Aries.
Interpretar esta baraja requiere de un trabajo arduo y complicado. Tanto así, que muchos profesionales, aun conociendo cada una de las cartas y su significado, no se consideran capaces de realizar una tirada de tarot.
